martes, 13 de mayo de 2008

CONCURSO LITERARIO: CUENTO BREVE

PRIMER PREMIO

La abeja del retiro

En un rincón debajo de un Castaño en el parque del Retiro de Madrid empezó la historia de Bee, una abeja que vivía en un Castaño del parque. Bee era diferente a las demás abejas de su colmena porque no quería ir de flor en flor recolectando polen para hacer miel, sino que quería salir de allí y conocer el parque.

Un día decidió abandonar la colmena sin decírselo a nadie, y así lo hizo. Tras cinco minutos moviendo sus alas, vio el lago; aquello le pareció maravilloso, pero lo más increíble estaba por venir. Siguió volando y se encontró con una mosca de caca de perro, aquello fue un flechazo, se conocieron y decidieron irse juntos a conocer el parque.

Entonces Bee le dijo a Raúl –que así se llamaba la mosca- que si quería estar con ella para siempre.

Puedo hacer una cosa –le contesté.
¿Cuál? –me preguntó.
Despertarme.
Y así lo hice.

Amelie Vermeersch
***
SEGUNDO PREMIO

La mariposa

- Puedo hacer una cosa –le contesté.
- ¿Cuál? –me preguntó.
- Despertarme.

Y así lo hice.

- Pero, ¿por qué no lo hiciste antes? Pensaba que tú no podías hacer nada –me dijo con la cara tan asustada.
- Claro que sí –le respondí.
- Lo que me ha pasado es que tenía tanto sueño que no podía despertarme. ¿Sabes que nosotros dormimos durante todo el invierno hasta la llegada de la primavera? En invierno no hay comida ni trabajo, así descansamos tranquilamente. Y tú ¿por qué has hecho mucho ruido mientras estaba durmiendo? Mi oreja se quedará pronto sorda.

Pues él no sabía que yo había escuchado que él se burlaba de mí muchas veces. Decía que soy un vago, un minusválido, y desastre y que no valgo para nada, etc. Ahora, si la primavera ha llegado, el tiempo es mío. Pronto voy a resucitar y volaré por el cielo. Visitaré y saludaré a las flores de primavera. Es verdad, el invierno estaba demasiado largo, oscuro y frío dentro de la tierra. Solamente esperar con paciencia. O la otra palabra, tenía que tener fe con la esperanza. Así, empecé la vida nueva.

Takiko Imoto

***
Inmigrante en España

De las cosas que puedo hacer siempre, es ver la televisión. Y un día, volví del trabajo y empecé a ver el canal de Telemadrid. En la pantalla salía un hombre bien vestido, con traje y corbata. Estaba dando un discurso. Antes de acabar, dijo: “Vota con todas tus fuerzas”. Y como soy extranjero, el gobierno nos da a nosotros una televisión especial, con la que podemos hablar con la persona que está dentro. Le dije: “Perdone, ¿cómo voto con todas mis fuezas, y quién es usted? Le contesté. Soy José Luis Rodríguez Zapatero, dijo él. Me preguntó: “¿eres inmigrante?”. Dije que sí. “Ah, por eso. Soy el presidente del gobierno español”. “¿Qué significa ser presidente?”. Él respondió: “Este es mi trabajo”. Yo le pregunté: “¿Usted también curra como nosotros? Desde temprano hasta la noche”. Él dijo: “no, mi ocupación es estar en el palacio del gobierno cuidando de los intereses de los ciudadanos.” Y yo le pregunté: “¿Y de los inmigrantes?” “Los inmigrantes –respondió-, los inmigrantes que no tienen la nacionalidad no pueden votar. Entonces, cuando digo algo sobre los extranjeros, lo digo solamente por cortesía o demagogia”. En este momento dije “Menos mal que no voy a votar, porque si yo voto con todas mis fuerzas, no me quedaría nada de fuerza para mi trabajo y mi novia”.

Y luego salió otro personaje con mucha barba y decía “Vota con la cabeza y el corazón”. Yo creí que hacía publicidad de una carnicería, y le dije: “Perdone, esta carnicería está especializada en venta de cabeza y corazón, ¿ustedes no venden otras partes del cordero? Por ejemplo, el muslo”. “¿Qué estás diciendo? Estoy pidiendo votos para ser el futuro presidente del gobierno”. “Pero yo no puedo votar con mi cabeza ni con mi pierna, porque soy inmigrante”. Él me dijo: “Vete a tu país”. Con estas palabras me desperté de un sueño, que yo creía que España era un país democrático para todos los inmigrantes y ciudadanos. Y así me sentí mal, pero él me hizo entender que la política es como el comercio, todos buscan ganar.

Abdelali Elmir

2 comentarios:

Yolanda Tornero dijo...

Gracias por vuestras historias, son excelentes. Algunas son tiernas, como las de Amelie y Takiko... otras tienen un sentido del humor algo ácido, como la de Ali.

Me han gustado mucho todas.

RASTAS EN MADRID dijo...

Cuantos escritores hay en los cursos de español para extranjeros en EOI...;)no lo puedo creer. Ademas voy con algunos de ellos a la misma clase...y no siempre monstran sus talentos, porque son muy modestos :)